10 diciembre 2012

Capítulo 1

¿Alguna vez has tenido la sensacion de que nadie te escucha, ni te dirige la palabra o simplemente no te quiere? Esa sensacion de soledad, de intentar gritarle al mundo que estas harta de todo, de que estás ahí y que por una vez, solo una, quieres que cuenten contigo y no poder por miedo, ¿a qué? no lo sé, supongo que por miedo a lo que piensen los demás de ti, o por miedo a perder algo que quieres. Pues así es mi vida, mis padres están divorciados, mi hermano pequeño ni me habla, mis amigas me intentan hacer la vida imposible y el chico con el que he estado seis meses saliendo me ha dejado embarazada y ahora no quiere saber nada de mi... Mi vida está vacía de sentimientos y más de una vez, me he planteado el quitarme esta vida de mierda que llevo, llena de desengaños, mentiras, traiciones, amenazas...
Todas las noches, mientras saco a mi perro, voy a ese puente, a recordar viejos tiempos, donde creía que por una vez en mi vida todo iba a salir bien, donde por primera vez sentí lo que era amor... pero más tarde me he dado cuenta de mi error, sé que los principes azules no existen, solo están en los cuentos de hadas, las familias felices solo están en las pelis y que las mejores amigas son solo temporales... y cada vez que paso por ese maldito puente me lo recuerda y me hace ver que mi vida es absurda... por eso estoy ahora aquí, subida en la barandilla de ese estupendo puente recordando por última vez mi triste vida antes de tirarme al vacío... y pensar que todo esto comenzó con un día normal y corriente en el que empezaban las clases de nuevo...

-Vamos hija despierta, que son las 7:00 que no querrás llegar tarde a tu primer día de insti...
-Joo... mamá que no tengo ganas... dejame cinco minutitos más...
-Que no, venga levanta dormilona- Cogió la sabana con la que yo me estaba tapando y me dio un beso en la frente de buenos días.

Me levanté de mi cama y perezosamente me puse mis pantalones favoritos, unos vaqueros rotos preiosos, con la camiseta mas bonita que tenia en el armario en ese momento, era el primer día de instituto, tenía que dar buena impresión. Más tarde desayuné y nada más terminar de desayunar, Stella, una de mis mejores amigas, ya estaba llamandome al telefonillo para que bajase. Stella y yo llevamos siendo amigas desde la infancia y siempre me viene a recoger a mi casa para ir juntas a clase, es una chica de pelo castaño y ojos marrones, super simpática y graciosa generalmente le suele caer bien a todo el mundo y pocas veces a tenido problemas con nadie. Cuando bajé, nos dimos un abrazo impresionante, llevábamos casi todo el verano sin vernos y nos hizo muchísima ilusión vernos. Cuando nos calmamos un poco, decidimos ir llendo hacia el instituto, donde las demás nos estaban esperando. Por el camino, me contó que había conocido a un chico, Adri, y que al parecer le gustaba un poco y que quería presentármelo para que le diera mi opinión sobre él, y además me dijo que también había conocido a los amigos de Adri y que estaban muy bien y seguro que más de uno no le importaría estar conmigo, pero lo que siempre se le olvidaba a mi amiga esque a mi, ya me gustaba uno, se llamaba Sergio, tenía mi edad, pero nunca nos había tocado juntos en clase, era el típico chulito del insti, con el que a penas había hablado con él a lo largo de mi vida. Le conocía de toda la vida vivía en el mismo barrio, iba a mi mismo colegio... pero no tratábamos mucho, él se juntaba con unos amigos, yo con otros, pero aún así me seguía gustando. Cuando llegamos al instituto, vi a todas las locas de mis amigas, que nada mas vernos, vinieron corriendo a abrazarnos como desesperadas. Estubimos como unos quince minutos hablando de nuestras vacaciones y de con quién nos podría haber tocado en clase hasta que tocó el timbre para entrar, de repente, todas nos empezamos a poner nerviosas, ya que iban a decirnos con quién nos había tocado en clase. El tutor empezó a decir nombres: "Juan Trejo, Mario García, Inés Pérez, Anastasia Monreal"... Cuando de repente dicen mi nombre " Alicia Gonzalez", yo me alegré mucho, me había tocado con Anastasia, Ana para las amigas, era otra de mis mejores amigas y me había tocado con ella en clase, y mientras estábamos esperando a que dijese el profesor "Stella Peña", dice:
- Y por último Sergio Lopez...



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